Milano

Milano, donde hasta el más heterosexual tiene que admitir que hay hombres tan bellos y bien producidos que es un deber mirarlos. Donde las mujeres parecen usar las veredas como pasarelas de modas y hasta los niños parecen más hermosos que en otras latitudes.
¿Es objetivamente más bella la gente en Milano? ...mmm...al menos todos parecen tener claro cómo sacarse partido, usar la ropa correcta, el maquillaje preciso, los colores adecuados. Parece ser una cuestión de cultura. Te lo sigues preguntando hasta que aparece un turista gringo con pantalones de colores, una parka magenta, un chuyo multicolor y la postura más desgarbada del planeta, te mira con cara de imbécil y sientes que todos los milaneses te guiñan un ojo y te dicen "¿viste?...es una cuestión de la sangre...¿capisce?".

Tula

A los 7 años devoraba libros indiscriminadamente, pero sin lugar a dudas que los más revisitados eran los referidos a misterios que involucraban extraterrestres, tecnologías secretas o civilizaciones perdidas. Viajar a Tula, en el estado de Hidalgo en México; fue el equivalente, para un ñoño de infancia, a encontrarse cara a cara con William Shatner. Por más que intenté concentrarme en lo que movía mi visita (conocer los maravillosos glifos de Tula y el casi intacto campo de pelota junto a la pirámide trunca) no podía despegar de mi cabeza los increíbles e indestructibles argumentos que Erich von Daniken y compañía esgrimían con absoluta certeza en sus libros. Enfrente tenía a los "atlantes", vestidos "claramente" con petos electrónicos, cascos y antiparras de astronauta, armados con pistolas de rayos y listos a despegar desde la plataforma que se desplegaba ante mis ojos.
No pude sino cagarme de risa...pero el niño de adentro todavía cree y no pienso expulsarlo. Puchas que es lindo creer.